Agresividad en gatos, causas y consejos

Agresividad en gatos, causas y consejos.

Para entender y resolver la agresividad en gatos domésticos, es crucial primero identificar la causa subyacente de su comportamiento y luego aplicar estrategias de manejo adecuadas. La agresividad felina es un problema frecuente que puede generar desesperación en los dueños, e incluso llevar a algunos a temer a su mascota o a buscarles otro hogar. Sin embargo, la agresión es a menudo una respuesta fisiológica a una situación que el gato no puede gestionar, y no significa que el gato sea "malo" o guarde rencor.



A continuación, se detallan las principales causas de agresividad en gatos y cómo abordarlas:

Causas Comunes de Agresividad en Gatos

  1. Agresividad por juego:

    • Forma parte del comportamiento natural de depredación de los gatos (acecho y caza).
    • Puede manifestarse cuando los gatos no pasan suficiente tiempo con otros gatitos de pequeños, impidiéndoles aprender a controlar su fuerza al morder.
    • A menudo, los gatos que fueron separados prematuramente de su madre y hermanos (a los 40-50 días de vida) no aprenden a morder sin hacer daño.
    • También ocurre si se les enseña a jugar con partes del cuerpo humano (pies, manos) desde pequeños, lo que puede ser gracioso al principio, pero peligroso cuando el gato pesa 4 o 5 kilos.
    • Un gato aburrido y sin suficientes estímulos o juegos puede satisfacer su instinto cazador atacando lo primero que se mueve, como las piernas de las personas.
  2. Agresividad redirigida:

    • Se produce cuando el gato está asustado o alterado por un "estímulo aversivo" (como un ruido fuerte o la visión de otro gato), pero no puede acceder a él, por lo que ataca a un "estímulo alternativo", que suele ser una persona u otro animal cercano.
    • Los ataques redirigidos son muy impredecibles, y el estado de excitación del gato puede durar incluso varios días después del estímulo desencadenante.
    • Desencadenantes comunes:
      • Ruidos Fuertes: Truenos, fuegos artificiales, electrodomésticos, o incluso un vecino tocando un instrumento. Los gatos son muy sensibles al sonido y pueden sentirse amenazados por ruidos que no comprenden o no pueden controlar.
      • Presencia de Otros Gatos/Animales: Ver o escuchar a un gato desconocido, o incluso un ave grande, puede asustarlos y hacerlos sentir que su territorio está siendo invadido. Al no poder enfrentarse a la amenaza (por ejemplo, a través de un cristal), redirigen la agresión.
      • Personas Desconocidas: La llegada de visitas o extraños al hogar puede causar estrés en algunos gatos.
      • Frustración: Cuando no pueden satisfacer sus instintos (como cazar un pájaro visto por la ventana).
      • Manipulación Física: Intentar contener o manipular a un gato ya agitado, por ejemplo, durante una visita al veterinario, puede desencadenar una agresión redirigida horas después.
    • Factores predisponentes para la agresividad redirigida incluyen vivencias previas (como fobias a sonidos), socialización inadecuada (separación temprana de la madre), un entorno doméstico poco "gatificado" o con pocos estímulos, y vivir en casas con pocas personas, lo que los hace menos acostumbrados a cambios.
  3. Agresividad después de la castración:

    • Aunque la castración suele hacer que los gatos sean más confiados y menos agresivos, en casos muy raros, pueden volverse nerviosos, agresivos o miedosos.
    • Posibles causas:
      • Dolor postoperatorio: La castración es una intervención quirúrgica, y el dolor en la herida puede hacer que el gato reaccione agresivamente a la manipulación o la cercanía de personas u otros animales.
      • Cambios hormonales: El equilibrio hormonal puede tardar días o semanas en normalizarse después de la extirpación de testículos u ovarios, afectando el comportamiento.
      • Olores extraños: El gato operado puede oler diferente debido a los agentes esterilizadores, la clínica veterinaria, o los cambios hormonales, lo que puede causar estrés e intranquilidad en gatos sensibles, especialmente hacia otros gatos en casa.
      • El collarín isabelino: Algunos gatos se sienten muy incómodos con el collarín, que restringe su campo visual y los hace sentir inseguros y asustados, llevándolos a defenderse atacando.
  4. Agresividad por estrés (general):

    • El estrés es un desencadenante de diversos trastornos del comportamiento, incluyendo un aumento de la agresividad o recelo repentino.
    • Situaciones como una mudanza, la llegada de otro animal o el ruido de fiestas pueden ser muy estresantes para los gatos.
    • Esta agresividad puede acabar derivando en agresividad territorial si el gato se siente amenazado o no considera a alguien grato en su entorno, o si percibe que otros gatos le quitarán su comida o zonas de descanso.
    • Un entorno poco estimulante o aburrido también puede causar estrés y manifestarse en agresividad.

Cómo Resolver la Agresividad en Gatos

El manejo de la agresividad requiere mucha paciencia y tiempo.

  1. Nunca regañar o castigar al gato:

    • Gritar o castigar al gato solo lo estresará más, lo hará sentirse inseguro, lo volverá más esquivo y puede empeorar la agresividad o generar comportamientos de huida.
  2. Manejo durante el ataque (especialmente por juego o redirigida):

    • Si el gato te muerde o araña, no tires de la mano o pierna, ya que puede causar más daño.
    • Da un grito exagerado para que el gato se dé cuenta de que no te gusta.
    • Redirige su atención lanzando un juguete con la otra mano para que te suelte y entienda que puede seguir jugando con objetos y no con tus dedos.
    • Evita el contacto visual y protégete con una manta o almohada si te ataca.
    • Ignora al gato en la medida de lo posible durante un ataque; el pánico o el enfado aumentan su inseguridad.
    • Si la agresión es persistente o el gato está en un "bucle de agresión", sepárate físicamente de él, llevándolo a otra habitación y encerrándolo por unos minutos (5-10 minutos) para que se tranquilice y baje su nivel de estrés. Asegúrate de que no se reproduzca el estímulo desencadenante.
    • Después de un ataque redirigido, si el gato está asustado y corriendo por la casa, no te acerques ni intentes acariciarlo, ya que te pondrías en riesgo y podrías desencadenar la agresión. Es crucial dejar que se calme solo.
  3. Modificación del entorno y enriquecimiento ambiental ("gatificación"):

    • Este es un pilar fundamental para el bienestar del gato y la prevención de la agresividad. Un entorno enriquecido reduce el estrés, la ansiedad, mejora la salud física y mental, y previene comportamientos no deseados como arañar o morder por aburrimiento.
    • Tipos de enriquecimiento:
      • Sensorial: Estimular el gusto (variar dieta, golosinas), oído (música suave, sonidos de naturaleza), vista (rascadores cerca de ventanas, alturas), y olfato (catnip, hierbas aromáticas).
      • Social: Dedicar tiempo de calidad para jugar y acariciar al gato, establecer rutinas de juego. Si hay varios gatos, permitirles socializar, respetando sus espacios.
      • Alimentario: Usar comederos interactivos o puzzles de comida, esconder golosinas para que el gato "cace" su alimento.
      • Estructural: Proporcionar rascadores en diferentes zonas, áreas elevadas (estantes, árboles rascadores cerca de ventanas), y refugios o camas cueva donde puedan sentirse seguros.
      • Cognitivo: Juguetes interactivos que requieran resolver problemas, y sesiones de entrenamiento con trucos básicos.
    • Optimizar el espacio: Permitir acceso a sitios elevados aumenta su percepción de control.
    • Proporcionar ambientes seguros: Zonas para esconderse, como debajo de una cama o dentro de un armario con una manta, donde puedan sentirse protegidos y calmarse cuando están estresados.
    • Evitar sobrecargar de estímulos, respetar su espacio personal, ofrecer variedad en juegos y actividades, adaptar el enriquecimiento a las necesidades individuales del gato, y asegurarse de que todo sea seguro. Se puede lograr el enriquecimiento incluso en espacios pequeños, aprovechando las alturas.
  4. Desensibilización y contra-condicionamiento:

    • Si se ha identificado el estímulo desencadenante (ruido, otro animal, persona), intenta eliminarlo o disminuir su exposición. Si no se puede eliminar, se debe acostumbrar al gato gradualmente.
    • Exponer al gato al estímulo aversivo de forma controlada, empezando con una intensidad muy baja y aumentando gradualmente, mientras se asocia con algo positivo (juguetes, comida). Por ejemplo, con ruidos fuertes, se pueden grabar y reproducir a volúmenes bajos, subiendo poco a poco.
    • Si se trata de visitas o personas desconocidas, invita a las mismas personas inicialmente, indicándoles que no se acerquen al gato y esperen a que este dé el primer paso.
  5. Paciencia y reestablecer la relación:

    • Sé comprensivo y paciente; tu gato necesita tiempo para procesar lo que le sucede. Cuanto más normal te comportes, antes recuperará la confianza.
    • Después de un ataque, el gato puede desarrollar una mala relación con la persona atacada. Para reconducirla, recompénsale con golosinas cada vez que se acerque, empezando a distancia y luego más cerca.
  6. Uso de feromonas faciales sintéticas felinas:

    • Estos preparados pueden ser un potente aliado para manejar el estrés en gatos, especialmente en situaciones de estrés de corta duración (ej. visitas al veterinario, viajes, mudanzas, fiestas).
    • Las feromonas son sustancias aromáticas naturales que los gatos segregan y que generan una sensación de relajación y bienestar.
    • Se aplican en forma de sprays o difusores en el ambiente. Son inofensivas para gatos de todas las edades, perros y personas, aunque no se recomiendan cerca de loros y periquitos. Sin embargo, no son un remedio mágico y deben usarse acompañadas de otras medidas si la situación estresante es muy fuerte.
  7. Socialización temprana y ejercicio regular:

    • Exponer a los gatitos a diversas personas, entornos y otros animales a una edad temprana puede construir asociaciones positivas y reducir la agresividad basada en el miedo.
    • La actividad física y la estimulación mental previenen la agresión relacionada con el aburrimiento.
  8. Consulta con un profesional:

    • Si los consejos caseros no funcionan o si la agresividad es muy grave o persistente, es fundamental acudir a un veterinario especialista en comportamiento (etólogo felino).
    • Un etólogo felino es un especialista capacitado para comprender, evaluar y modificar conductas problemáticas, identificando las causas, proponiendo estrategias de modificación y brindando pautas de enriquecimiento ambiental personalizadas. También pueden descartar problemas médicos subyacentes que causen la agresividad.
    • En algunos casos severos, el veterinario puede recetar medicamentos o aceites de CBD para mejorar el bienestar del gato y facilitar la modificación de la conducta.

Comprender que la agresividad de un gato es a menudo una señal de que algo le está alterando y que no puede manejar por sí mismo es el primer paso para ayudarle y restablecer una convivencia armoniosa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Tierra de Diatomeas: Un recurso natural con múltiples usos

¡Como enseñarle a tu gatito a usar su caja de arena!

Cinco formas de mostrarle amor a tu gato.