La importancia de que tu gato beba agua, consejos e ideas prácticas.

Que hacer para que tu gato beba más agua. 

Para que tu gato beba más agua y se mantenga más sano, es fundamental entender que los gatos son descendientes de felinos del desierto y evolucionaron para obtener la mayor parte de su hidratación directamente de los alimentos, como presas frescas que contienen hasta un 70% de agua. Sin embargo, la mayoría de los gatos domésticos se alimentan de pienso seco, que tiene como máximo un 10% de humedad, lo que puede llevar a deshidratación crónica y problemas de salud como enfermedades renales.

Aquí tienes varios consejos para estimular a tu gato a beber más agua:

  • Aleja el cuenco de agua de la caja de arena. Los gatos son extremadamente higiénicos, y tener su fuente de agua cerca de donde hacen sus necesidades puede ser repulsivo para ellos, incluso si la arena está limpia. Mantén una buena distancia entre el agua y la caja de arena, idealmente en habitaciones diferentes, para que tu gato se sienta más seguro y confiado al beber.
  • Separa el cuenco de agua de la comida. En la naturaleza, los felinos evitan beber agua cerca de donde se alimentan, asociando ese lugar con posible contaminación. Si el cuenco de agua está siempre junto a su alimento, tu gato podría ignorar el agua. Coloca el cuenco de agua en otro rincón de la casa, lejos de la comida.
  • Usa fuentes de agua corriente. Los gatos se sienten atraídos por el agua en movimiento, ya que en la naturaleza el agua corriente es señal de agua fresca, limpia y segura. Invertir en una fuente (como esta o esta) eléctrica para gatos mantiene el agua circulando, lo que atrae su atención con el sonido y mantiene el agua más fresca y oxigenada, evitando la acumulación de suciedad. Dale tiempo a tu gato para que se acostumbre a la fuente.
  • Distribuye varios cuencos por la casa. Tener un solo cuenco en un rincón puede no ser suficiente, especialmente si tienes varias mascotas o una casa grande. Los gatos son territoriales y les gusta tener opciones. Coloca diferentes cuencos de agua en lugares estratégicos donde tu gato suela pasar el tiempo, como cerca de donde duerme, toma el sol o le gusta observar el movimiento por la ventana.
  • Cambia el agua con frecuencia. Los gatos son muy exigentes con la limpieza del agua. Si el agua está sucia, con pelos, polvo o tibia, pueden negarse a beber. Su olfato agudo detecta cualquier olor extraño. Cambia el agua al menos una vez al día, o dos veces si hace mucho calor. Lava el cuenco con jabón neutro y evita dejarlo expuesto al sol. Si usas una fuente, limpia el filtro regularmente.
  • Ofrece alimentos húmedos con más frecuencia. Los alimentos húmedos (como sobres o patés) contienen entre un 70% y 80% de agua, lo que permite que el gato se hidrate mientras come. Puedes alternar el pienso seco con comidas húmedas, mezclar un poco de agua tibia con el alimento húmedo para hacer un caldo, o incluso ofrecer pollo o pescado cocido desmenuzado con un poco de caldo sin sal ni condimentos. Esto no solo hidrata sino que también enriquece su alimentación, aquí unos ejemplos, pulsa aqui.
  • Evita usar cuencos de plástico. El plástico tiene que ser de buena calidad, ya que puede acumular microfisuras con el tiempo, donde se acumulan bacterias, olores desagradables y residuos de jabón, lo que los gatos pueden detectar con su olfato agudo y hacer que eviten beber. Lo ideal es usar cuencos de acero inoxidable (duraderos y fáciles de limpiar) o de cerámica o vidrio (no retienen olores y mantienen el agua más fresca).

Cómo saber si tu gato está deshidratado: Es crucial saber identificar los signos de deshidratación para evitar problemas serios:

  • Prueba de la piel: Tira suavemente de la piel de la nuca de tu gato y suéltala. Si la piel tarda en volver a su lugar (en segundos), puede ser un signo de deshidratación.
  • Encías secas o pegajosas: Las encías de un gato hidratado deben ser húmedas, lisas y rosadas. Si están secas, pegajosas o muy pálidas, presiona la encía y observa cuánto tarda en volver a su color original. Si tarda más de 2 segundos, puede indicar deshidratación.
  • Letargo o apatía: Los gatos deshidratados pueden estar más tranquilos, dormir demasiado, evitar jugar y parecer sin energía.
  • Falta de apetito: La deshidratación puede afectar el sistema digestivo y hacer que el gato coma menos o rechace la comida.
  • Orina oscura y con olor fuerte: La orina del gato debe ser clara y suave. Si está muy concentrada, tiene un olor fuerte o es poca cantidad, es señal de baja hidratación.

Si observas dos o más de estos signos, es importante llevar a tu gato al veterinario lo antes posible, ya que la deshidratación puede evolucionar rápidamente y causar daños graves, especialmente en gatitos, gatos mayores o enfermos. 

Pequeños ajustes en la rutina pueden hacer una gran diferencia en la salud de tu felino.

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